En el año 2018 nos postulamos para participar del programa “Oportunidades Circulares” impulsado por ANDE y BIOVALOR.
Desde ANDE sostienen que “Este programa tiene por objetivo identificar e impulsar la validación de ideas y la implementación de proyectos que promuevan la transición a la economía circular. La economía circular es un nuevo paradigma que promueve la producción de bienes y servicios de manera sostenible, reduciendo el consumo, el tiempo, las fuentes de energía y los desperdicios. Se propone un modelo donde los productos, procesos y servicios se diseñan especialmente para optimizar los recursos utilizados y minimizar la generación de residuos.”
A la pregunta de qué es la economía circular, desde BIOVALOR responden “Los sistemas de producción lineales, que actualmente predominan en la economía global, han demostrado ser limitados en cuanto al uso de los recursos y con consecuencias de alto impacto a nivel ambiental y social. La mejora de la eficiencia a través de la reducción del uso de recursos y de energías de origen fósil no será suficiente para enfrentar los desafíos ambientales actuales. Los modelos lineales están expuestos a los precios fluctuantes y acceso a las materias primas (a su suministro por razones económicas y geopolíticas) y contribuyen a la degradación del entorno afectando a los servicios ecosistémicos fundamentales para el desarrollo. La Economía Circular propone un cambio sistémico radical que apunta al ecodiseño, la simbiosis industrial, la economía de la funcionalidad, reuso, reparación, remanufactura y valorización. Este enfoque promueve la innovación y la resiliencia a largo plazo y permite el desarrollo de nuevos modelos de negocio.”
Coople fue seleccionada en la convocatoria y en el año 2019 comenzamos con la ejecución del proyecto, el que consta de reutilizar los residuos que produce la curtiembre BADER, en nuestro procedo productivo.
La empresa BADER genera residuos de lodo y ceniza. Lo que para ellos es residuos y un problema para el medio ambiente, nosotros lo convertimos en nuestra materia prima, dándole un valor importante a los mismos y disminuyendo así, el impacto ambiental. La reutilización de residuos y de materiales reciclados es lo que nos diferencia de otros ecoladrillos de venta en plaza. Apostamos a la fabricación de ladrillos de calidad que sean amigables con el medio ambiente y contribuyan con el cuidado de la sociedad en la que vivimos.
Si bien originariamente los ladrillos son ecológicos por su composición de materiales amigables con el medio ambiente y por la ausencia de quema, lo que hacemos desde Coople es priorizar la producción sustentable e incorporar elementos que contribuyan al ladrillo en cuanto a su resistencia, y que a su vez, disminuyan el impacto ambiental.
Y no debemos olvidar que, nuestro proceso productivo no genera residuos, gracias a que los ladrillos que puedan considerarse “defectuosos”, se muelen y se vuelven a realizar.